sábado, 23 de mayo de 2015

Haciendo balance

 
 
 
 
Cuando decidí sacar a la luz Me separé, aunque le amaba demasiado, no esperaba que tuviera gran repercusión, esa es la verdad. Lo hacía para concluir algo iniciado bastantes años atrás, que se había convertido en asignatura pendiente. Y también porque tenía ganas de averiguar por mí misma cómo era eso de publicar a través de Amazon. Han pasado cuatro meses y creo que ya puedo hacer un pequeño balance de cómo está resultando la experiencia, tanto en lo referente a la autoedición como a la acogida que está teniendo el libro.
 
 
 
 
Para empezar, la parte técnica del acto en sí de subirlo a Amazon nos dio mucho trabajo, porque no es una novela, y está escrito con distintos tipos de letras para diferenciar las partes narrativas de los artículos que tratan temas específicos. Eso representó la primera dificultad; la segunda fue que mi empeño en publicarlo tanto en formato digital como en papel multiplicó por dos el esfuerzo y las horas dedicadas al proceso; y la tercera, que un elevado porcentaje de personas interesadas hasta ahora en el libro eligen pedírmelo directamente a mí (y por supuesto dedicado), circunstancia que me obliga a invertir gran parte de mi tiempo en tareas de comercial y de relaciones públicas que nunca antes había realizado.
 
 
 
 
No obstante y como ya sabéis, prefiero hacer hincapié en los aspectos positivos de toda vivencia. Y en esta ocasión no voy a hacer una excepción.
 
 
 
 
 
Esta forma de publicación (sin editorial) me está permitiendo cobrar cada mes, y eso me parece tan maravilloso y sorprendente que hasta me cuesta creerlo. No son grandes cantidades, pero son mías, y Amazon me las ingresa con rigurosa puntualidad mensual, lo que me permite, al menos, ir cubriendo los gastos ocasionados por el diseño de la portada y los marcapáginas, por ejemplo.
 
 
 
 
Por otra parte, gracias al hecho de que un buen puñado de lectores escogen encargármelo a mí, no sólo estoy recuperando el contacto con amigos que hacía lustros que no veía, sino también conociendo a gente estupenda.
 
 
 
 
 
No obstante y sin lugar a dudas, lo mejor de todo son las opiniones de los lectores, que están siendo excelentes. Eso es, con diferencia, lo más gratificante de escribir y publicar. Y en este caso me dejan sorprendida y boquiabierta, porque mis expectativas, como ya os he dicho, eran bastante más modestas.
 
 
 
 
 
Os dejo unas cuantas:
 
"Mar, muchas felicidades por este libro, me lo terminé ayer y me ha gustado mucho. Me he sentido muy identificada con él en muchos aspectos". MARGARITA GARCÍA SANCHO.
 
 
 
 
 
 
"A mí me ha encantado y creo que puede llegar a ayudar a mucha gente. Me ha emocionado, me ha puesto triste, desata los sentimientos. Muy bueno". MARÍA BEGOÑA MATELLANES.
 
 
 
 
 
"Lo terminé el sábado. Muy difícil para mi opinar sobre este libro porqué lo he sufrido de principio a fin... Creo que puede ser muy útil para las personas que hayan pasado por la misma situación. Y si no es así también es bueno leerlo para conocer una historia de superación y tener fe en que de todo se sale... Y qué puedo decir de la escritora, pues que está consiguiendo su sueño porque se lo ha ganado por luchadora y sin duda se lo merece todo... VAMOS A POR LOS SIGUIENTES!!! Los estamos esperando!!!!" ANA MONTILLA SÁNCHEZ.
 
 
 
 
 
"Hola, Mar:
Ya he terminado tu libro. Lo leí el mismo viernes por la tarde, no podía dejar de leer. Me atrapó la historia de principio a fin. Mientras lo leía pensaba en ti, en el sufrimiento sostenido durante tantos años. En el dolor por el que has pasado. La verdad es que me ha impresionado, tanto por la manera de plantearlo, haciendo anotaciones de diferentes autores sobre la psicología de los personajes, como la propia historia. Me parece un buen libro. ¡Me ha encantado! Espero que pueda ser leído por muchas personas, porque creo que merece la pena. No es sólo una historia, es también la reflexión de diferentes profesionales de la psicología sobre el perfil de los personajes. Un abrazo". LOURDES CANO.
 
 
 
 
 
 



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Estoy en crisis, me digo a mí misma. ¿Por qué? Me pregunto, iniciando una especie de monólogo interno absurdo. Porque aún no he empezado la ...